viernes, julio 28, 2006

Saltatio Pugnae

Regresan los viejos recuerdos: el extraño olor del Láudano y la cera de notas mentoladas en viejas droguerias, donde la visión se torna color sepia y la porcelana china llena el cuadro nunca visto.

El primer momento que el Ermitaño me miró a los ojos, entendi que necesitaba una voz:

[...El primer sueño de opio vino cuando aprendí que la maldad podía ser destilada, de la misma forma en que el licor se decanta del cereal en otoño. De la misma suerte que ésta es ingerida por los primates del Nuevo Mundo, la asimilación del destilado es de forma casi inmediata, 9 segundos bastan para que el recipiente se torne violento...

...El invierno de nuestra especie vendrá no por una trompeta: Llegará el momento en que la maldad se transmita en pequeñas ascuas, como las de una chimenea casera...]

[Fragmento de El Ermitaño, Londres 1666]

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