sábado, abril 16, 2011

Ni estoy muerto ni -que quede claro- me fui de parranda.

No...


Perdón, perdón, perdón, perdón[...] perdón.


Sabes que tienes pánico escénico y se te borran las ideas de la sesera cuando estás frente al procesador de texto de blogger y te quedas lampareado como una liebre justo antes de ser arrollada.

Hoy no escribiré sobre el "miren! regresé, estoy vivo me cae!!"

Vengo por que me da la gana, por que este espacio es mío y jodidos: Por que puedo.


Simple y sencillamente tengo ganas de escribir en lo que pasa el tiempo, en lo que se me acaba el ron y este puto calor me adormila lo suficiente para caer exhausto en la cama con apenas el tiempo necesario para quitarme las doctor martens y aventar la pinche guayabera a un lugar donde nadie la pise/doble/aviente de vuelta y la arrugue más.


Hace poco, mi amigo me dijo: "Es tan retro tener (o abrir) un blog hoy en día". Puede que tenga razón. Recuerdo haber llegado a este espacio hace algunos años, más por presión social que por otra cosa. Tuvo sus momentos, reconozco, pero creo que llevo un buen tiempo sin tener ALGO que decir.

Mi blog, mi face y mi tweeter lucen desangelados frente a los de mis conocidos y están ahí como prueba virtual de que alguna vez existió lo que llamo mi persona de internet.


¿Que chingados necesito hacer con este espacio? No tengo ni la mas reputa idea. Es como un análogo de mi vida. Ja. No tengo ni puta idea.


Quisiera pensar que es como una silla vieja y polvosa que tengo en el rincón de esa habitación ideal que existe en mi mente, en la cual puedo sentarme muy de vez en cuando, mascullar algo, debrayar o jugar con el celular, para después levantarme y verla con desprecio, hasta la próxima vez.


Me largo... Pero que conste...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que debes de hacer es escribir mas seguido, me gusta mucho como escribes habia leido tu blog desde antes, te queda y te queda bien te mando un beso grande y estare esperando a que escribas de nuevo
:)
D.