domingo, septiembre 30, 2007

When you're a stranger....

¿Has sentido alguna vez ese deseo de gritar, justo en medio de la nada? Cuando todo está completamente en silencio, a punto de amanecer un domingo más de tu vida y, ¿sólo te topas con tu propio mutismo?

Así me siento.

Expectante al cambio que se daría si solo pudiera mover un dedo, y sin embargo sólo lo hago para escribirtelo con el afán de llamar tu atención.

Lo importante es poner en orden tu cerebro y ese pequeño e inmundo caos que bulle a estas impropias horas de la mañana en aquél lugar donde estás solo.

El miedo es el análogo de cortarte el brazo hábil.

Navego indiferente -contrario a mi naturaleza- en foros sobre esa película que me promete otro fin del mundo- y sin embargo, aún sigo sin conmoverme en lo más mínimo.

¿Qué tan válida es esta pequeña y mezquina indiferencia de madrugada?

Vivo en medio de una paz aparente, y esos molestos pepe-grillos que viven en la cabeza no dejan de regañarme.

No hay espejos alrededor. No me atrevería a verme en ellos.

Necesito dejar estas mamadas as soon as possible.

Si tan sólo me atreviera a gritar y dar el paso adelante, pero eso ni tu, ni nadie -alaska dixit- puede obligarme a hacerlo.

Quisiera que lloviera exactamente al amanecer, tan fuerte que si gritase solamente yo pudiera escucharme.

Prometo regresar... No sé cuándo, no sé cómo, y mucho menos sé por que torcido motivo... a mis mas honestos cabales.

Hasta la próxima errática transmisión. Sin embargo, será un día más próximo al final de los tiempos, eso es seguro.



Postdata:

Echarse de menos a uno mismo es el ejercicio más recurrido y más inútil de este lado del monitor. Consulte el tintero más cercano a su alcance.